La plaza Reguistán
La Historia de la Plaza Registán. Lugares de interés de Samarcanda
El Registán es un adorno de Asia Central, es una de las plazas más magníficas del mundo, que se encuentra en el centro de la antigua Samarcanda. Cualquiera que tenga la suerte de estar aquí no puede permanecer indiferente. La grandeza y la belleza del Registán causan sin duda una sensación de deleite incomparable.
Existe una leyenda que dice que desde principios del siglo XV y hasta principios del siglo XX, se llevaban a cabo ejecuciones públicas en esta plaza, y para que la sangre se absorbiera mejor y no fuera visible, la tierra estaba cubierta de arena. Por ese motivo, el área fue llamada Registán ("reg" - arena y "stan" - lugar) que significa “lugar cubierto con arena”. Además, era el lugar donde se reunía la gente, ya que era aquí donde se anunciaban todos los decretos reales y, antes de leerlos, se hacían sonar ruidosamente las trompetas. Pero no hay que olvidar que inicialmente, a principios del siglo XV, aun no había ni siquiera uno de los monumentos únicos de la arquitectura medieval oriental que ahora lo rodean desde tres lados formando un hermoso conjunto arquitectónico.
Registán es una enorme plaza pavimentada con ladrillos horneados y adoquines, en ella se alzan en conjunto tres magníficas universidades medievales, que han sido incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2001. El centro de este conjunto, que se considera una de las estructuras más grandes del mundo islámico, es la madrasa Tilla-Kari, a su izquierda está la madrasa de Ulugh Beg, y a la derecha está la de Sher-Dor.
La construcción de las madrasas tuvo lugar en diferentes momentos de la historia. La primera fue la madrasa de Ulugh Beg, erigida en el período de 1417 a 1420. Por orden del nieto de Timur, el gobernante y astrónomo Ulugh Beg. Dos siglos más tarde, por orden del gobernante de Samarcanda, Bahodir Yalangtush, se construyeron dos edificios monumentales más: la madrasa Sher-Dor y la madrasa Tilla Kari. Cada uno de los tres edificios posee una decoración única: filigranas talladas en piedra, que adornan las paredes y los portales. Las cúpulas azules de las madrasas están hechas de ladrillos horneados, y en el exterior cubiertas con tejas esmaltadas, que brillan al sol, sin importar de qué lado alumbre. La elegancia de los preciosos mosaicos de la madrasa de Ulugh Beg, las cúpulas de color turquesa y los majestuosos minaretes de Sher-Dor, la pintura de oro en las paredes de Tilla-Kari, todo esto asombra, sorprende y atrae.
Aunque hubo un período en el que el Registán se hundió en la desolación. Desde finales del siglo XVII, y especialmente en la primera mitad del siglo XVIII, la ciudad experimentó una crisis: la capital del Kanato se trasladó a Bujará y la Gran Ruta de la Seda dejó de pasar por Samarcanda. La madrasa del Registán empezó a quedarse vacía. Según los contemporáneos, hubo incluso hubo un período en el que la ciudad estaba casi completamente vacía, y en la madrasa habitaban animales salvajes. A fines del siglo XVIII, Samarcanda comenzó a recobrar movimiento gradualmente, y la vida en el Registán comenzó a bullir de nuevo: aquí reaparecieron numerosas pequeñas tiendas y construcciones, y los maddahi (narradores panegiristas), que acompañaban su narración con gestos llenos de drama, glorificaban a viva voz las hazañas de los santos y el heroísmo de los guerreros famosos de los días pasados. En 1875, el terreno de la plaza fue nivelado y pavimentado. El Registán, como antes, volvió a convertirse en el centro de la ciudad.
El Registán de hoy continúa sorprendiendo e impresionando. El permanece para siempre en la memoria y los corazones de los que lo visitan. Dos veces al año en la Plaza del Registán se celebra un el festival musical "Shark Taronalari" ("Melodías del Oriente"), que reúne a grupos artísticos de toda Asia. Aquí, en el Registán, se llevan a cabo otros festivales y celebraciones, y en los días de semana hay talleres y tiendas en la plaza donde los turistas pueden comprar artículos únicos hechos por artesanos orientales.
Madrasa de Ulugh Beg
La madrasa de Ulugh Beg fue construida por el nieto del Gran Tamerlán entre 1417 y 1420 y se convirtió en la más hermosa de todas sus creaciones. Las orgullosas moles de las antiguas murallas y torres de la madrasa de Ulugh Beg se alzan sobre la legendaria Plaza del Registán. Como dicen los samarcandeses, por efecto del peso de la madrasa de Ulugh Beg en Samarcanda "las cordilleras de la tierra se llegan a estremecer".
El edificio de la madrasa enfrenta a la plaza con su magnífico portal de arco con forma de flecha. Además de las citas tradicionales del Corán, lo siguiente está escrito en el portal: "Sobre esta casa se puede decir: es una visión multilateral para las personas, un camino directo, misericordia para las personas con visión correcta. El digno sultán, hijo de sultán, el fundador de este edificio de ciencia y beneficencia, es Ulugh Beg Gurgan, el partidario de la paz y la fe. Que Alá mantenga el palacio de su gobierno, fortalezca sus fundaciones hasta el final de la existencia de su estado. Viva verdaderamente bien en esta magnífica madrasa: ¡paz para ti! Fuiste un ser amable, por eso entra, y permanece en ella para siempre. 820 A.H. (1417)¡Que se sepa!: este edificio es el más excelente y el más alto de los lugares del mundo, el más perfecto de los edificios para el arte y el trabajo, establece los fundamentos de la ciencia y guía el camino a la salvación; la gente de la sharia y las fetuas vivían en él; por lo tanto, esta gran escuela se llama "los científicos viven en ella".
La fachada principal de la madrasa, que enfrenta a la plaza Registán, está resaltada por un magnífico portal. El decorado es de mosaico tallado, azulejos de mayólica y mármol tallado; el revestimiento del edificio está decorado con inscripciones caligráficas de una manufactura asombrosa, que es de un perfeccionamiento artístico en su grado más alto.
En las esquinas de la madrasa hay cúpulas altas y minaretes delgados. Sobre el arco de entrada hay un panel de mosaico con patrones geométricos. Y en el patio cuadrado está una mezquita, salas de conferencias y 48 hudjras, donde vivían los estudiantes. Cada una de las hudjras está dividida en dos habitaciones, para dos personas. El primer piso de la sala está destinado para el aprendizaje, el segundo, para descansar. Las habitaciones estaban iluminadas con una lámpara de aceite. En el siglo XV, fue una de las mejores universidades espirituales en el Oriente musulmán. Aquí estudió a Abdul Rahman Jami, el famoso poeta, científico y filósofo.
No está claro Quién fue el arquitecto de este asombroso edificio, no inferior a los edificios de Amir Timur en términos artísticos y significativamente superior a ellos en su fortaleza. Algunas fuentes hablan de que Ulugh Beg participó personalmente en la construcción de esta madrasa.
A pesar de su monumentalidad, el edificio parece ligero y elegante. Los detalles en relieve de las paredes, que pudieran generar la sensación de que ellas tienen un considerable grosor, o están llevados al mínimo, o no existen del todo. Un detallado ornato decorativo, azulejos azules y celestes en las paredes también contribuyen a la sensación de ligereza, y los delgados minaretes cilíndricos parecen dibujar el edificio en el eterno cielo azul de Samarcanda. En la decoración se utiliza principalmente tres colores característicos de los maestros de Samarcanda: el blanco, el azul y el celeste. La presencia de otros colores en el diseño habla de la participación en la construcción de maestros de otras regiones.
Como da a conocer la leyenda en esta madrasa, además de toda la Pléyade de científicos famosos (Kazy-Zade Rumí, Maulan Kashani, Maulan Kushchi y otros) que dictaron sus conferencias sobre matemáticas, geometría, lógica, ciencias naturales, astronomía, teología, el hombre y el alma del mundo, Ulugh Beg mismo dio sus lecciones aquí. Y como rector, Ulugh Beg eligió a un hombre sencillo pero muy educado cuyo nombre era Maulan Mohammed Havfi. El día de la inauguración de la madrasa, Havfi dio una conferencia en presencia de 90 científicos, pero nadie pudo entender este discurso científico, a excepción del propio Ulugh Beg y su maestro, Kazy-Zade Rumí, a quien los contemporáneos llamaban "el Platón de su era".
Desafortunadamente, Ulugh Beg, un gran científico y educador, matemático y astrónomo, no logró detectar a tiempo el peligro que representaba la persona que él más quería: el 25 de octubre de 1449, él fue asesinado por orden de su hijo Abd ul-Latif. El cuerpo de Ulugh Beg fue abandonado en el umbral de su modesta vivienda en las paredes de la madrasa. Pero la justicia triunfaría. Después de cinco meses y medio, Abd ul-Latif sería ejecutado, y sobre su tumba se escribiría la palabra "parricida".
Madrasa Sher-Dor
La madrasa Sher-Dor ("Residencia de los Leones") fue llamada así debido al símbolo de poder representado en el portal en Samarcanda por los leopardos con el sol en la espalda y una gran esvástica, en la que "Señor Todopoderoso" está escrito en caracteres especiales árabes.
Esta madrasa fue erigida en Samarcanda en la Plaza Registán en la primera mitad del siglo XVII. El edificio, cuyo arquitecto fue el constructor Abdul Jabbar, se construyó durante casi 17 años (1619-1636). La madrasa Sher-Dor es una réplica de la madrasa Ulugh Beg, pero con las medidas distorsionadas. Lo más probable es que fueron las dimensiones desproporcionadamente grandes de la cúpula lo que provocó el colapso del edificio unas pocas décadas después de su construcción.
Todas las paredes de la madrasa están cubiertas con citas del Corán. Las fachadas exteriores y del patio están decoradas con gran imaginación. La magnificencia de los preciosos mosaicos, las cúpulas de color turquesa y el revestimiento de ladrillo vidriado atraen a muchos turistas a las paredes de la madrasa. Una multitud de flores rizadas decoran el panel de mosaico de los arcos del patio, formando un complejo patrón calado ornamental. Al mismo tiempo, el interior de las celdas (hudjras), en contraste con la decoración externa, es asceta y austero. La habitación con blancas paredes lisas se divide en tres partes: una sala de estudio, una pequeña despensa y un lugar separado para dormir.
A principios del siglo XX, se iniciaron importantes trabajos de reparación, restauración e investigación arqueológica de la madrasa: se repararon las hudjras; se restauró la parte derrumbada de la bóveda de ladrillo del arco del portal; se fortificó el mosaico tallado del tímpano; y se desensambló y se volvió a colocar el arco deformado del portal principal. Todas las obras se llevaron a cabo de acuerdo con las antiguas tradiciones de los maestros albañiles de Uzbekistán, según las cuales el desmontaje y la colocación de la bóveda se realizaban sin cimbrado. La mampostería se completó en 1925. Más tarde, se cambiaron las cúpulas y las bóvedas de las hudjras, y se revistió las alas de las fachadas de la madrasa. Entre 1960 y 1962, se restauraron los dos minaretes de 31 metros de altura de la fachada principal de la madrasa y un mosaico tallado del gran tímpano.
Madrasa Tilla Kari
La madrasa Tilla-Kari ("Acabado en oro") comenzó a construirse en 1646 en el lugar del caravasar, que se mantuvo desde la época de Mirzo Ulugh Beg. De acuerdo con el plan de Bahodir Yalangtush, esta madrasa debía cerrar el conjunto en el lado norte de la Plaza Registán con su fachada principal, y debía colocarse una mezquita en el mismo edificio para que los estudiantes pudieran realizar la oración sin abandonarla. En esta madrasa son especialmente impresionantes la pintura y la rica capa de oro de las paredes interiores de la sala principal de la mezquita.
La fachada principal cuenta con un portal central y alas frontales con dos niveles de hudjras, con logias arqueadas tipo nicho y torres de esquina llamadas guldasta, que enfrentan a la plaza. El patio con cuatro iwánes alrededor del perímetro está rodeado de celdas en los dos pisos. Las paredes restantes y la bóveda están completamente cubiertas con pintura "kundal" con abundante oro. El mihrab (nicho de oración en la pared que mira hacia la Meca) estaba cubierto de oro y también el minbar de 11 escalones (elevación para el predicador - Imán). La abundancia de oro en la decoración definió el nombre de la madrasa Tilla-Kari. Las fachadas de patio y exteriores están revestidas con mosaicos y mayólicas con diversos diseños geométricos, vegetales y epigráficos. Las puertas macizas de madera están decoradas con sutiles adornos.
A principios del siglo XIX, un fuerte terremoto destruyó el portal principal en Tilla-Kari, el cual ya estaba inclinado. Más tarde, la parte superior fue reconstruida, pero ya no estaba cubierta con su revestimiento de azulejos. Los trabajos de restauración en Tilla-Kari comenzaron en los años 20 del siglo pasado. Los ceramistas uzbekos reforzaron las tejas antiguas restantes e hicieron otras nuevas. A principios de la década de 1930, las partes laterales de la fachada frontal de la madrasa estaban revestidas con baldosas de fabricación local. La restauración de Tilla-Kari continuó entre 1950 y 1956, en ese entonces restauraron el revestimiento de las fachadas del patio y el tambor grande de la mezquita, reforzando la esquina suroeste de la madrasa y la galería del sur de la mezquita con "conexiones" de metal. En 1958, fueron reconstruidos el portal y el revestimiento exterior de la pared Este dentro del patio.
Instalaciones cercanas.
El Mausoleo de los Shaybánidas se encuentra al Este de la madrasa Tilla-Kari y consiste en un gran número de lápidas sepulcrales, la más antigua de las cuales data del siglo XVI. Fue en ese tiempo, cuando se estableció el poder de la dinastía Shaybánida, y Bujará se convirtió nuevamente en la capital de uno de los estados más fuertes de Asia Central. El fundador de la dinastía es Muhammad Shaybani, nieto de Abu'l-Jayr. En 1500, Muhammad Shaybani, con el apoyo del kanato de Chagatai, los gobernantes de Tashkent, conquistó Samarcanda y Bujará, derrocando a los últimos gobernantes de la dinastía Timúrida que gobernaron allí. En 1503, Shaybani actuó en contra de sus benefactores y se apoderó de Tashkent, luego, en 1506, cayó Jiva, y en 1507 Merv (Turkmenistán), al este de Persia y oeste de Afganistán. Durante los años siguientes, los uzbekos nómadas bajo el liderazgo de Muhammad Shaybani se establecieron firmemente en los oasis de Asia Central.
La cúpula de comercio de Chorsú, que se encuentra al otro extremo de la madrasa de Sher-Dor, es una vívida confirmación del hecho de que el Registán fue el centro de comercio de la Samarcanda medieval. El edificio abovedado hexagonal que ha permanecido hasta nuestros días fue construido en el siglo XV y reconstruido a principios del siglo XVIII. En 2005, se restauró la cúpula de comercio y, junto con ello, para restaurar la verdadera altura del edificio, se quitó una capa del suelo de tres metros de espesor. Ahora en la cúpula de Chorsú hay una galería de arte pictórico, donde se exhiben obras de artistas y escultores uzbekos.
Fotos:
© Este material pertenece a la compaňía «Central Asia Travel».
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