Fabricación de alfombras en Uzbekistán

"...A lo mejor, el dibujo y colores usados en una alfombra están relacionados de alguna manera con la música popular y son su manifestación en líneas y colores. Tal vez la alfombra sea precisamente la notación de la música, las notas, con las que una persona competente pueda reproducir una antigua melodía..."
(P.D. Uspensky, "En busca de lo milagroso")

"La casa empieza con una alfombra extendida" suelen decir los uzbekos. Las alfombras son el símbolo de la riqueza y el bienestar de la familia. No en vano, cuando a los jóvenes les desean que vivan feliz y ricamente, en la boda siempre les regalan una alfombra. En el Oriente las alfombras siempre se consideraban importantes. La alfombra decora las paredes, mantiene el calor bajo sus pies, es agradable a la vista, crea un colorido oriental único, y si se extiende en el ayvan bajo la sombra de los árboles, se convierte en un lugar de descanso al aire libre.

La fabricación de alfombras tiene una larga historia. Volvamos a P.D. Uspensky, que trazó un parangón tan inusual y comparó los dibujos de alfombras con las notas cifradas:
"... la fabricación de alfombras es una de las más antiguas formas de arte. En algunas regiones de Asia hay antiguas costumbres relacionadas con la producción de alfombras. Todo el pueblo podía trabajar fabricando una alfombra: en invierno por la tarde todos los habitantes del pueblo, fueran viejos o jóvenes, se reunían en una habitación grande y se dividian en grupos, estaban de pie o sentados en el suelo en un orden especial, conocido desde hace tiempo y determinado por una cierta tradición. Algunos sacaban las piedras y astillas de la lana, otros la apaleaban, el tercer grupo la peinaba, el cuarto grupo hilaba, el quinto teñía y el sexto o, tal vez, vigésimo sexto, tejía la alfombra. Hombres, mujeres, niños, ancianos y ancianas, todos estaban muy ocupados con su trabajo tradicional, que se realizaba bajo el acompañamiento de la música y el canto. Las hiladoras con husos en las manos, cuando trabajaban, bailaban una danza, y todos los movimientos de la gente, que se dedicaba a diferentes procesos de trabajo, eran parecidos y se realizaban en el mismo ritmo. Además, cada región tenía su propia música, melodía, canciones y bailes especiales, que desde la antigüedad estaban relacionados con la fabricación de alfombras..."

Como la gente de Uzbekistán a lo largo de los siglos criaba ovejas y camellos, cuya lana se utilizaba en la fabricación de alfombras, la disponibilidad de esta materia prima favorecía al desarrollo de este tipo de artes decorativas en Uzbekistán. Al principio, las alfombras eran sencillas y primitivas, pero con el tiempo la tecnología se hizo más compleja, aparecieron más y más diseños nuevos y se comenzó a utilizar diferentes materiales. Este arte continúa creciendo y desarrollándose incluso hoy en día.

En todas las regiones de Uzbekistán según la tradición existen métodos y secretos de tejer alfombras, un ornamento particular, una técnica diferente de procesamiento, una composición especial. Las alfombras de cada una de las regiones se diferencian también por la longitud del pelo. Según este principio las alfombras se dividen en "dzhulhirs", "gilam" y "alfombras reversibles".

Las alfombras de pelo corto - Gilam se destacan por el colorido rojo-marrón intenso con pequeñas partes de otros colores intercaladas en el cuadro general. Habitualmente el diseño representa figuras geométricas simples. Bujará es el centro de la producción de este tipo de alfombras. Las alfombras Gilam, hechas en Samarcanda, se diferencian mucho por su composición y colores, para ellas son característicos los tonos azul y amarillo, tres grandes medallones en el centro y el ornamento griego "meandro" que va por el perímetro de la alfombra.

Las alfombras de pelo largo "dzhulhirs" combinan la monumentalidad de la composición y un ornamento relativamente sencillo. Este tipo de alfombras, más que cualquier otro, ha heredado las tradiciones de sus antepasados, y a menudo las mujeres de las zonas rurales las tejen con husos de piedra y madera. El hilo grueso y basto hace la alfombra suave y felpada, pero bastante ligera.

Las alfombras sin pelo, llamadas "alfombras reversibles" se tejen de algodón, kenaf y lana, y se dividen en varios tipos - "coshma", "árabi", "gazhari" y "terma".

La Coshma (fieltro) es uno de los tipos más antiguos de alfombras, conocida desde tiempos inmemoriales. Se hace de la lana de camello y de oveja, puede ser sencilla, sin dibujo, y utilizarse para cubrir la yurta, y ornamentada, destinada para decorar la casa.

Hoy en día hay tres maneras de producir alfombras en Uzbekistán: la hechura a mano, la producción de fábrica y la empresa privada. Todos quieren que sus productos correspondan a los estándares internacionales de calidad, sean competitivos, y, por supuesto, reflejen plenamente las costumbres y colorido de su tierra natal.

Los maestros que viven en el valle de Ferganá, Samarcanda, la zona montañosa de Nurata, las provincias de Kashkadarya, Surkhandarya, Syrdarya, así como en Karakalpakistán tejen con amor las alfombras hechas a mano. Los centros de producción y venta de alfombras son Samarcanda, Urgut, Kokand y Khorezm, aquí se puede elegir y comprar una alfombra de una belleza increíble.

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