Fortaleza Kirk-Kiz-Kala

En 1938, durante las excavaciones arqueológicas realizadas en el territorio de Khorezm, a 27 km al norte de la ciudad de Biruni (Uzbekistán) se descubrió un antiguo asentamiento Kirk Kiz-Kala (siglos I-VI dC). Los científicos coincidieron en que se trataba de una fortaleza defensiva, que formaba parte de una cadena de fortificaciones para proteger las fronteras del noreste del antiguo Khorezm.

Es muy interesante el nombre de la fortaleza. «Kirk Kiz-Kala» se traduce literalmente como «la fortaleza de cuarenta chicas». Con estas misteriosas »cuarenta vírgenes» están relacionadas muchas leyendas e historias que existen en el territorio de Asia Central: hay fortalezas del mismo nombre en Termez (Uzbekistán), Merv (Turkmenistán), otros sitios similares también se encuentran en Azerbaiyán, el norte de Afganistán, el norte de Irán. Y si pensar en la etimología del nombre «kirguís» («Kirk Kiz»), otra vez vemos que tiene mucho que ver con estas «cuarenta chicas». ¿Quiénes eran estas chicas y por qué tenían tanta importancia en la historia de Asia Central? - pues, las leyendas responden a estas preguntas de manera diferente. Un grupo de cuentos populares afirma que las guerreras-amazonas (en la poesía épica karakalpaka hay un poema popular «Kirk Kiz») después de vagabundeos dolorosos por Ustyurt encontraron el refugio precisamente en Kirk-kiz-Kala. A este grupo también se refiere la leyenda de la valiente reina Gulaim, que con sus cuarenta amigas defendía valientemente la fortaleza, luchando contra los invasores extranjeros. Otras leyendas cuentan sobre cuarenta chicas exiliadas que vivían como ermitaños en la fortaleza. En la mitología de muchos pueblos túrquicos de Asia Central, estas «cuarenta chicas» son personas pías que se han convertido en piedra para escapar de sus perseguidores - «infieles». En otros mitos cuarenta vírgenes (Childukhtaron) se veneraban como buenos espíritus - patrones.

Durante la investigación arqueológica se descubrió que la fortaleza Kirk Kiz-Kala se dividía en dos partes de diferente planificación, que se conectaban entre sí por una puerta en la muralla oriental. En los lugares donde las partes se acercaban una a otra, se construían las torres. Todos los edificios en el asentamiento Kirk Kiz-Kala estaban construidos de ladrillos de adobe, y sólo los arcos se construyeron de ladrillo cocido. Toda la decoración escasa se hacía por medio de diferentes maneras de mampostería en ventanas y vanos arqueados.

Además, en el territorio de la citania Kirk Kiz-Kala se encontraron sepulturas zoroastristas, que observaban todas las reglas del ritual de los antiguos adoradores del fuego. Los huesos humanos se encontraban en vasijas de cerámica hechas en la forma de cabeza femenina.

Durante mucho tiempo la fortaleza Kirk Kiz-Kala era uno de los importantes puntos comerciales de la Gran Ruta de la seda.

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