Iglesia ortodoxa de la Trinidad de Karakol

A 12 km de la costa de Issyk-Kul, a los pies de la majestuosa cordillera Terskey-Alatoo, se encuentra la ciudad de Karakol. En el mismo centro de la ciudad se encuentra la Iglesia Ortodoxa de la Trinidad, que es uno de los lugares de interés más hermosos de la ciudad y la única iglesia ortodoxa activa en Karakol.

La Iglesia Ortodoxa de la Trinidad fue construida entre  1894 y 1895 en el sitio de una antigua iglesia de ladrillos destruida por un terremoto en 1876. Un arquitecto y un grupo de constructores de la ciudad de Verni (ahora Alma-Ata) trabajaron en la construcción del santuario. Inicialmente, la forma del edificio fue concebida como una cruz equipotencial, que sería coronada con 5 cúpulas y un campanario. Sin embargo, como resultado, la iglesia adquirió una configuración de corte rectangular, y su área era de 35.5 x 18 metros. Sobre el edificio de la Iglesia Ortodoxa de la Trinidad se alzan 5 cúpulas octogonales y un campanario, al que se accede desde la escalera interior de madera. Las paredes del edificio están hechas con troncos cortados y la fachada está decorada con tallados.

Después de la revolución, en los años 20 y 30 del siglo XX, la iglesia centenaria fue cerrada y la propiedad fue saqueada. Más tarde en este edificio se abrió una escuela de deportes para niños. Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue devuelto a los creyentes, quienes hicieron las reparaciones a sus expensas. Sin embargo, en los años 60 del siglo XX, el edificio pasó nuevamente a ser escuela deportiva. En 1982, el edificio fue abandonado y estuvo vacío hasta 1986, que fue cuando comenzaron los trabajos de restauración aquí. En 1993, el templo se convirtió nuevamente en un monasterio ortodoxo y adquirió su aspecto original y magnífico.

Las paredes de la Iglesia Ortodoxa de la Trinidad contienen reliquias de los mártires sagrados Probo, Taraco y Andrónico, así como el ícono de Nuestra Señora de Tijvin, pintado hace aproximadamente un siglo y medio en Atenas y conservado solo por hombres valientes que escondieron el ícono milagroso de la devastación de principios del siglo XX.

Después de haber sobrevivido muchas dificultades y pruebas, la Iglesia Ortodoxa de la Trinidad se ha conservado de la misma forma que hace más de un siglo. Este monumento arquitectónico único hoy en día es un destino irreemplazable para los turistas.

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