Alpiniada de Mayo 2008


En este artículo podréis leer los recuerdos sobre la Alpiniada de Mayo de 2008 en Chimgán. Este artículo nos mandó Egor Zubets, que vino como nuestro cliente, pero pudo tener gran amistad con nuestro equipo, vivía con nosotros bajo el mismo techo, hacía los ascensos y pasó la categoría “Znachok” (es la primera categoría de alpinismo más simple que cierran los alpinistas-principiantes), y después pasó la categoría 3 – en total se hizo nuestro buen amigo, y esperamos con impaciencia verlo de nuevo en mayo de 2009 – en la siguiente Alpiniada de Mayo de 2009 en Chimgán para que después juntos ir a Dugobá donde él pasará la categoría 2 y por supuesto estará ya dispuesto a pasar la primera.
¡Egor, te desemos mucha suerte! ¡Esperamos que vengas pronto! ¡Bienvenido!

La verdad, tenía que escribirlo mucho más antes. Aunque, la verdad, es un evento así, que antes sería superimportante. Y ahora, después de unos aňos de diferentes trekkings ya percibe sólo como un logro habitual, pero el que no se hace menos valioso. Es que, con el tiempo ya empiezas a comprender, de qué eres capaz tú, y de qué son capaces tus próximos. Exteriormente ya empiezas a ser algo indeferente, pero interiormente sientes tantas emociones las que tienes durante mucho tiempo, y tienes tanta ganas de regresar, y echas de menos de los amigos.

¿Recordad?: “… Y las montaňas Chimgán reinan a lo lejos que son increíblemente hermosas…”. Para mí diferentes seňas tienen gran importancia. Para mi verguenza, antes no sabía, que las montaňas Chimgán es Tian-Shan. Me parecía que todo que estaba más lejos que Crimea o Cáucaso – era inaccesible. Y siempre pensaba que tenía que ir a Bezengui (¿a dónde más?) y no intentar ir más lejos, pasar la categoría “Znachok”, y ya, pensaba que eso sería suficiente. Además mi amigo Den que tenía una experiencia desgraciada me incitaba para salir a campaňa de esquí y ser un alpinista primerizo. Eh, si no tuviera esas seňas. Y, ¿cómo podía no prestar atención a las palabras Chimgán, Brichmulla, Tian-Shan? Pues, todo el resto – es cuestión de actuar. Entonces, leí en la página web algo como “proveemos de la comida, el baňo, el internet, la residencia en unas casitas de dos plazas, la electricidad, el teléfono”, y, casi en último momento decidí tomar conmígo además de notebook, móviles y otras cosas más, un saco de dormir también, justificándome que era algo raro viajar a campaňa sin saco de dormir, pues, no me acostumbré. No tomé casi nada del equipamiento – pensé que “todo lo necesario podría arrendar” – tenía el dinero y ya estaba en el avión de las líneas aéreas de Uzbekistán. Tenía unos sentimientos increíbles. Pero, como si no estuviera pasando conmigo, y ahora sé por qué: es que el hombre tiene que soňar con algo que podrá realizar – porque cuando tu sueňo está a punto de cumplir tienes unas emociones inexplicables. Pues, la aduana uzbeca puede reducir toda esa euforia a la nada - es que casi dos horas tenía que estar en cola que era infinita. Ante de la ventanilla del guardafronteras había una cola de unas 50 personas (es que media hora antes llegó algún vuelo local). La verdad, ahora me cuesta escribirlo todo más correctamente, ya que quiero expresarlo mejor, ya pasó medio aňo y tengo sólo emociones en lugar de las palabras. Imagínaos, la multitud de los hombres y los mujeres bronceados, que están intentando simultáneamente, sobre las cabezas de otros, para entregar su pasaporte primero a la ventanilla del guardafronteras. Además con eso es que no están callados. Pues, no importa. Por el camino a Chimgán, Revyakin desvaneció lo todo. Es agradable encontrar a una persona que es análoga por su espíritu, y a veces parece que es imposible, pero un hombre me dijo: “¿Qué acerca de “Kalinov Most”?”- en seguida entiendí que es de los suyos. Cuando llegamos ya estaba oscuro. Había una tienda de campaňa grande, algunas personas andaban, nos presentamos. Después nos sirvieron comer, tomaron presión, y notaron para salir. Dima me llevó a alojar. Pues, entiendo, la intuición y eso, pero no entiendo ¿por qué tomé el notebook?

No me olvidaré de la primera salida nunca: la nieve está bajo de tí, encima de tí, alrededor de tí, está en todas partes. No me olvidaré de como íbamos por un pasillo central. Cómo salimos a la cima de Gran Chimgán no lo recuerdo ni entiendo bien – sólo recuerdo un camino largo-largo (lentitud), como yo de algún modo alcancé a un grupo avanzado, como ya casi estaba sin fuerzas, recuerdo los guantes de Vadim encima de los míos, recuerdo carámbanos en la cara de un italiano, recuerdo una nota en la cima, reucerdo a Julia que no había alcanzado un poco, y un “bobsleigh” en el camino de regreso, recuerdo esos pantalones rotos y que tenía no un orgullo sino simplemente una compresión de que podía y era capaz de hacerlo. Después, recuerdo la chicha casera y refrescos con Masha, Dima con guitarra, hoguera, una cena riquísima, Nina Yakovlevna que lo veía todo y entendía quién es capaz de uno u otro. ¿Cuántos ascensos tuve a Gran Chimgán? Creo, unos cuatro. Todos eran diferentes. Por supuesto, ante todo recuerdo de Ushi y Verblud (Orejas y Camello). Es como una emboscada – ya casi pasas la parte de categoría, y después comienza un camino muy aburrimiento hacia arriba. Si no llegas hacia la cima, el itinerario no es válido.

Armar alpinista – eso es otra historia. Pero tengo que reconocer que me apiadaron. Sin ofender a “mis uzbecos” sea dicho, sino reprocho mío – me apiadaban, es decir, no golpeaban mucho con botella plástica por mi cabeza (pues llevaba un casco), no me hacían correr mucho en la cuerda por agua y plantas espinosas, no me daban mucho pernadas ante la piedra donde estaba sentado el “Rey de la Montaňa”, pero con una comida “sagrada” todo era como debía ser… Aun un poco más y esa comida estuviera encima de Mashka, Rey y de mí… Menos mal, que nos dieron beber. No recuerdo bien la receta, pero, imaginad una tienda de campaňa, tomad todos los ingredientes comestibles y mezcladlos, después aňadid gran cantidad del ketchup y mayonesa, azucar, limon, y recordad en qué país estáis. Pues, todo está claro, ¿no? Después de todo eso iba un beso con piolet que estaba ensuciado de pasta dentífrica, pues eso ya era una alegría porque la pasta era con mentol y calmó el fuego que tenía en la boca.

Verdaderamente, no tenía ganas de irme, y ahora ya no tengo paciencia de esperar cuándo ellos vayan a Dugoba para ir con ellos. No puedo imaginarme de estar en algún otro campo de alpinistas. A pesar de que primeramente yo era sólo un cliente, un moscovita loco que paga el dinero por su placer de hacer todo lo que hacen. Ellos sabían quién soy yo, qué puedo, qué podría y qué resistiría. Nos hicimos muy buenos amigos. Por eso, para mí es significativo, que sólo nosotros tres Igor, Dima y yo pasamos la categoría 3. Resultó un grupo de tres excelente.

Por desgracia, Brichmula se quedó sólo un símbolo – no tuvimos el tiempo ya. Pues, tal vez es mejor, y hasta ahora se quedó el símbolo – seguramente tendremos el tiempo para eso.

Egor Zubets

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