Madraza Kukeldash

La madrasa de Kukeldash es la madrasa más grande y uno de los monumentos históricos más famosos de Tashkent. Se encuentra en el centro histórico de la ciudad - al lado de la plaza Chorsu y Registán de Tashkent. En los siglos IX y X aquí se encontraban las puertas de Kesh, una de las tres puertas de la ciudad.

En cada ciudad grande había un conjunto arquitectónico central, que se llamaba Registán. Los edificios que formaban parte del dicho conjunto, se destacaban por su arquitectura refinada, monumentalidad, originalidad y acabado excepcional. El Registán de Tashkent no era una excepción, basta fijarse en la madrasa de Kukeldash.

La madrasa de Kukeldash fue construida en el siglo XVI (1570), durante el reinado de la dinastía Sheibanida, por el visir allegado a los sultanes de Tashkent Barak Khan y Dervish Khan. Visir tenía el apodo “kukeltash” (“Kukeldash”), que significa “hermano de leche de Khan”.

La madrasa de Kukeldash es una de las madrasas más grandes del siglo XVI, conservada en Asia Central. Se construyó de ladrillo cocido según la planificación tradicional para las madrasas: un patio grande rodeado de celdas-khujdras, darskhana (aula de estudios) y una mezquita. En la parte central de la fachada se destaca un alto portal (peshtak) de casi 20 metros de alto, por dos lados del que van las terrazas de dos pisos, en las esquinas se elevan las torres - guldasta. Sobre el portal se han conservado los restos de decoración - mayólica y ladrillos esmaltados. Las especiales celosías - pandjara protegen las ventanas de la madrasa del sol, el visitante atento puede ver los nombres sagrados para cualquier musulmán - Alá y el Profeta Mahoma -entrelazados en sus patrones.

La madrasa de Kukeldash se ha reparado y restaurado varias veces, por eso el aspecto actual del edificio se diferencia del original, aunque el tamaño y el diseño arquitectónico de este antiguo monumento de arquitectura no es nada menos que las famosas madrasas de Bujara y Samarkanda.

Como cualquier otra madrasa, la madrasa de Kukeldash era centro de enseñanza. Sin embargo, a lo largo de los siglos la madrasa de Kukeldash se encontró en decadencia más de una vez. A lo largo de su larga historia la madrasa “ha visto” muchas cosas. Por ejemplo, en el siglo XVIII servía como caravasar, donde paraban comerciantes viajeros. En aquel tiempo se destruyeron las torres - guldasta situadas en las esquinas de la madrasa. Más tarde, en el siglo XIX, la madrasa de Kukeldash servía como fortaleza para los khanes de Kokanda.

Hay muchas leyendas relacionadas con la madrasa de Kukeldash. Por ejemplo, se cree que durante mucho tiempo aquí pasaban las ejecuciones - desde el parapeto más alto del portal central tiraban a la calle de Sheikhantaur, que se adhería a la madrasa de Kukeldash, a esposas infieles y criminales metidos en sacos. Otra leyenda habla de un insólito árbol de pistacho copado, que durante siglos crecía justo en una de las cúpulas de la madrasa y se consideraba sagrado.

En el siglo XIX durante dos terremotos de 1868 y 1886 la madrasa de Kukeldash sufrió muchos daños, el arco de la puerta de entrada, que se destruyó durante el terremoto, se restauró parcialmente sólo en los años 60 del siglo XX.

En los años de la independencia el edificio de la madrasa de Kukeldash fue completamente renovado por las fotografías conservadas de los años 80 del siglo XIX. Hoy en día, este magnífico edificio de dos pisos es la dominante del conjunto arquitectónico de Registán de Tashkent. Después de restauración, se decidió devolver a la madrasa de Kukeldash el papel de una institución espiritual. Desde las torres esquinales de la madrasa los muecines llaman a los fieles a la oración, en la parte izquierda del edificio pasan las clases para las estudiantes que viven en las celdas- hujras de la madrasa, en la parte derecha se celebra el culto religioso.

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